Edgar Salas Jiménez, Presidente de la Federación Farmaceutica Venezolana y sub secretario del Movimiento de Profesionales y Técnico de COPEI, denunció ante la opinión pública el supuesto ingreso al país de medicamentos que no cumplen con los estándares de calidad para ser aplicados a los enfermos.
Señaló que la mayoría de esas medicinas proceden de Cuba, Pakistán, La India, China y otros países de la antigua Unión Soviética.
“Nosotros queremos hacerle un llamado al Ministerio de Salud, para que estén atentos ya que estos productos están haciendo estragos en muchos países del mundo, el más reciente sucedido en Panamá con unos medicamentos procedentes de China que dejó 94 muertes”.
Asimismo subrayó que si llegara a suceder alguna muerte en el país por la aplicación de estos medicamentos sin control sanitario, el único responsable sería el ministro de Salud, Jesús Mantilla.
“Hacemos responsable al ministerio de Salud, en la persona del ministro, que si en el país se desata una serie muertes por aplicación de estos medicamentos es su única responsabilidad. Hemos venido denunciando desde hace mucho tiempo que medicamentos procedentes desde la isla de Cuba se están entregando en la misión Barrio Adentro, a la población venezolana de más bajos recursos”.
Según Salas, en Venezuela actualmente existe un problema sanitario, y acotó que enfermedades erradicadas desde hace tiempo en el país, están proliferando nuevamente, tal es el caso de la tuberculosis, malaria y fiebre amarilla.
En ese sentido puntualizó que los casos de dengue han aumentado “extraordinariamente” este año. “El dengue está tomando cuerpo y ha generado más víctimas. Esto también aunado al desastre de sistema de salud paralelo llamado Barrio Adentro donde más del 70% de los módulos están cerrados y los pocos que están operativos, no tienen profesionales capacitados ante la mínima atención”.
Manifestó preocupación por la desintegración del sistema ambulatorio y la situación de los hospitales en Venezuela, “donde no hay ningún tipo de insumo ni hay medicamentos, donde se están utilizando algunos depósitos para guardar medicamentos producidos en los países antes mencionados y donde no tienen ningún tipo de garantía de calidad”.
Por todas estas denuncias, Edgar Salas consideró necesario que se declare una alerta sanitaria en el país, “que la población venezolana reclame una verdadera atención y exija un buen sistema de salud, que actualmente no tenemos”.
Destacó que desde hace 10 años, está “engavetada” la Ley de Seguridad Social, donde está tipificado como debe ser controlada la salud de la población venezolana.
Agregó que se debe tomar cartas en el asunto para que estos medicamentos extranjeros sin control sanitario, se dejen de distribuir en el país y se le de importancia a la fabricación de medicamentos de producción venezolana, “donde si tienen una garantía de calidad y donde han venido recuperando la calidad de vida de los pacientes en Venezuela”.
Por último señaló que mientras el gobierno se ocupa de “construir clínicas en Uruguay, hacer hospitales modernos en Haiti y Santo Domingo, aquí se está destruyendo el sistema de salud, por uno paralelo que ya demostraron que no pueden continuar funcionando y que no sirven para recuperar la calidad de vida de los venezolanos”.
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